Esta publicación conmemora los 40 años de la emblemática muestra «Desafinados» de los artistas visuales Marcelo Castaño, Guillermo Forchino y Rubén Porta, realizada en 1985 en la Galería Krass Artes Plásticas de Rosario en Argentina. Dicha muestra tuvo una notable repercusión tanto en el ámbito artístico como en el público en general y marcó la escena local por la fuerza expresiva de las obras y la sensibilidad de la propuesta artística.

El presente libro reedita el análisis crítico de la destacada profesora e investigadora Elsa Flores Ballesteros (1928-2015), publicado originalmente con motivo de la segunda muestra ampliada «Desafinados II», que fue presentada en el Centro Cultural B. Rivadavia de Rosario en 2001 y, al año siguiente, en el Palais de Glace en la ciudad de Buenos Aires.

Dibujante, grabador, pintor y escultor, nacido en 1952. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Rosario. Desde el inicio de su carrera, se integró activamente en la vida universitaria y artística, compartiendo jornadas de taller y prolongadas tertulias con destacados maestros de la época, entre ellos, Porta, Ramoneda, de la Colina, Marinaro, Rossi y Gastón.

Al concluir sus estudios, creó, con cuatro compañeros y amigos, el Taller «La Gotera», un espacio concebido como lugar de encuentro, producción y reflexión artística. En 1980, junto a Fernando Ercila y Guillermo Forchino, abrió la Galería de Arte «Buonarroti». Espacio que se erigió como un ámbito de diálogo, crítica y formación, albergando encuentros con destacadas figuras y ofreciendo un lugar expositivo a muchos artistas.

En esos mismos años inició su actividad docente primero como ayudante y luego como profesor titular en la cátedra de Grabado. Paralelamente, asistió durante cinco años al taller del profesor Juan Grela, bajo cuya guía profundizó y consolidó su lenguaje plástico. En 1986 realizó su primer viaje a Europa y, en 1989, obtuvo una beca de perfeccionamiento para estudiar en la ciudad de Venecia. A lo largo de cinco décadas de intensa labor artística y docente, Castaño ha desplegado una trayectoria sólida y sostenida, participando en numerosas exposiciones y siendo distinguido con diversos premios por la calidad y originalidad de su obra.

Artista argentino que vive y trabaja en París. Graduado en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Rosario, estudió conservación y restauración de obras de arte en la Universidad de París Panthéon-Sorbonne.

A lo largo de su dilatada trayectoria como artista visual, Forchino viene creando un singular mundo de curiosos y entrañables personajes. Algunos, de expresión patética, encarnan al hombre alienado, brutalizado, abandonado o desahuciado. Son los «desafinados», seres que habitan los hospitales psiquiátricos, los hogares de ancianos, a los que la enfermedad o la vejez margina y a quienes la sociedad les niega la mirada. Otros, en cambio, cercanos al lenguaje del cómic, recrean ocurrentes escenas o minificciones urbanas que capturan situaciones cotidianas atravesadas por una ironía sutil, casi cómplice, que interpela al espectador. Estas piezas se han convertido en un elemento destacado de su creación gracias a su difusión internacional y han valido al artista un amplio reconocimiento.

En sus trabajos más recientes, Forchino plasma —no sin humor— la absurda indiferencia del ser humano frente a la actual catástrofe ecológica. Con mirada aguda y mordaz, recrea un universo, que oscila entre lo cómico y lo trágico, enmarcado en un realismo lúdico que revela, con precisión y sensibilidad, las contradicciones de nuestro tiempo.

Nació en Bombal, Santa Fe en 1925. Posteriormente se radicó en Rosario donde completó su formación académica y se graduó como Licenciado en la Escuela Superior de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Rosario, institución en la que desarrolló una intensa y significativa labor docente en la cátedra de Grabado desde comienzos de la década de 1970.
Durante los años noventa asumió relevantes responsabilidades institucionales desempeñándose como director de la Facultad de Bellas Artes, más tarde como vicedecano de la Facultad de Humanidades y Artes, y también como subsecretario de Cultura de la UNR.

Su obra gráfica caracterizada por su compromiso social y político, se traduce a través de una inagotable voluntad de experimentación con técnicas innovadoras del grabado, integradas de manera magistral con los procedimientos tradicionales. En su hacer, las texturas, la diversidad de materiales, la grafía y el ordenamiento en el espacio se convierten en sublimes mensajes que expresan con intensidad su pensamiento visual.

Falleció en el año 2005 y en 2010 se llevó a cabo una gran muestra retrospectiva de su obra en el Museo Castagnino+macro de la ciudad de Rosario, Argentina.